Un estudio del genoma ha descubierto evidencia de sacrificios de gemelos masculinos en la ciudad maya de Chichén Itzá.
Chichén Itzá fue una ciudad y entidad política maya que adquirió importancia regional en Yucatán, México, durante los períodos Clásico Tardío y Clásico Terminal temprano. En su apogeo, la ciudad cubría alrededor de 10 kilómetros cuadrados y albergaba a unas 35.000 personas.
Arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), en colaboración con varias instituciones internacionales, realizaron una investigación genética de los restos de 65 niños que fueron enterrados en el complejo mortuorio de Chultún.
El sacrificio humano era parte del ritual de vida en Chichén Itzá, siendo una gran proporción de ellos niños y adolescentes.
El análisis reveló que 64 de los 65 niños eran varones y que aproximadamente la cuarta parte de ellos estaban relacionados directamente entre sí a través de una conexión familiar de primer o segundo grado. Esto se evidencia además por la similitud en sus dietas, lo que sugiere que muchos de los niños fueron criados en el mismo hogar.
“Lo más sorprendente fue que identificamos dos pares de gemelos idénticos”, afirma Kathrin Nägele, coautora y líder del grupo en el Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva. “Podemos decirlo con certeza porque nuestra estrategia de muestreo garantizó que no habría individuos duplicados”.
El sacrificio de gemelos es un tema central en el texto y el mito maya, como en el Libro sagrado del Consejo maya k’iche’ (conocido como Popol Vuh), o el Pop Vul, que relata el sacrificio de Hun Hunahpu y Vucub Hunahpu después de su derrota en un juego de pelota.
“La similitud en la edad y la dieta de los niños varones, su estrecha relación genética y el hecho de que fueron enterrados en el mismo lugar durante más de 200 años apuntan al chultún como un sitio de entierro post-sacrificio, en el que los individuos sacrificados fueron seleccionados por una razón específica”, señala Oana Del Castillo-Chávez, coautora e investigadora de la Sección de Antropología Física del Centro INAH Yucatán.