El número 10 de Inglaterra, Jude Bellingham, ha modelado su personaje en base a Michael Jordan, uno de los mejores jugadores de baloncesto de todos los tiempos.
Se cree que Bellingham, de 21 años, emula sus propias características en la personalidad de “asesino a sangre fría” del seis veces ganador de la NBA, que se evidencia en la serie de Netflix, “The Last Dance”.
Según The Independent, durante la campaña de Inglaterra para la Eurocopa 2024, Bellingham tendría una figura “más parecida a la de una estrella del deporte estadounidense”.
Bellingham está modelando cada vez más su personaje en la personalidad inquebrantable de Michael Jordan.
El informe decía que exigía lo mejor de sí mismo y de sus compañeros de equipo, y que le resultaba difícil ocultar sus frustraciones si alguno de ellos no estaba a la altura.
Michael Jordan es reconocido como una de las mayores estrellas del deporte de todos los tiempos.
Michael Jordan era conocido por su implacabilidad dentro y fuera de la cancha, por su mentalidad inquebrantable y su voluntad de compartir su opinión, sin importar quién estuviera en la sala.
Jordan llevaría a los Chicago Bulls a seis campeonatos entre 1991 y 1998, y a un legado que lo reconocería como una de las mayores estrellas deportivas de todos los tiempos.
Y ahora, tal vez, haya señales reveladoras de que la emulación de Bellingham del juego de Jordan se está reflejando en el suyo.
Marcó dos goles en la Eurocopa, incluido un dramático gol de chilena en el último minuto para empatar el partido contra Eslovaquia en los octavos de final, que dio a Inglaterra el impulso para ganar el partido y reservar un lugar en los cuartos de final contra Suiza.
Las celebraciones de Bellingham y sus gestos hacia la multitud se han caracterizado por su “americanismo”.
La mentalidad de “asesino a sangre fría” de Michael Jordan ayudó a llevar a los Chicago Bulls a seis campeonatos
Se vio a Bellingham enardeciendo a la multitud con su broma “¿Quién más?”, y luego haciendo un gesto con la mano que lo metió en problemas, todo con cierto aire estadounidense.
El centrocampista del Real Madrid ya es considerado uno de los mejores jugadores del mundo. Ahora, tendrá que seguir canalizando esa energía como una fuerza para el bien, especialmente en el vestuario.
Si no lo hace, puede crear problemas con otros jugadores con personalidades diferentes, como hizo Jordan con Scottie Pippen, quien ha criticado a su compañero superestrella por ser una fuerza disruptiva en el equipo.