“Momentos tiernos e inesperados que sorprenden a todos – cuando el tenista número uno del mundo, Rafael Nadal, cuida con cariño de su pequeño hijo en Australia”

Rafa Nadal  siempre ha dado muestras de su grandeza, tanto en las pistas como fuera de ellas. Con él hemos vivido emociones increíbles: sus triunfos, sobre todo, y sus derrotas; el dolor físico de sus lesiones, sus lágrimas —en la despedida de Federer, por ejemplo—, su solidaridad y su humildad. Con cada uno de sus pasos, el de Manacor ha ido agrandando el mito, una leyenda que crece por sus éxitos deportivos y también por su humanidad.

Ahora hemos podido verle en una de sus facetas más desconocidas: la de padre. Desde que nació su hijo, Rafael, intuíamos que era un padrazo. Las imágenes que vienen a estas páginas no hacen más que confirmarlo. En ellas vemos a Rafa cuidando de su hijo, riendo, totalmente entregado y volcado con los juegos de su pequeño. Sebastián, padre del deportista, acompaña a su hijo y a su nieto en este rato de diversión, en el que también podemos apreciar cómo a los adultos se les cae la baba con las monerías del bebé , que ya tiene 15 meses y da sus primeros pasos.

Las tres generaciones de Nadal salieron a dar un paseo por un parque cercano al hotel de Brisbane (Australia) en el que el astro de la raqueta y su familia se alojaron durante su estancia en las antípodas. Tras ese rato al aire libre, vuelta al hotel para salir con los suyos hacia el aeropuerto.

Después de 349 días alejado de las pistas , Nadal regresó el martes 2 de enero a la competición en el ATP de Brisbane, como antesala del Open de Australia. Sin embargo, el manacorí ha tenido que renunciar a participar en el primer Grand Slam de la temporada, debido a la dolencia que sufrió en el último partido que disputó en este torneo.

“Tengo una microrrotura en un músculo, no en la misma parte donde tuve la lesión y eso son buenas noticias”, dijo en el mensaje que publicó en sus redes sociales para anunciar que causaba baja del abierto que se disputa en Melbourne. “Ahora mismo no estoy preparado para competir al máximo nivel de exigencia en partidos a cinco sets. Por lo tanto, vuelo de vuelta a España para ver a mi médico, recibir tratamiento y descansar. He trabajado muy duro durante el año para este regreso y, como siempre he dicho, mi objetivo es estar a mi mejor nivel en tres meses”, continuó el deportista. Y está claro que Rafa se estará recuperando ahora en casa con la mejor de las medicinas: su mujer y su hijo.

Mientras Rafa, su mujer, Mery, y el resto de la familia salían del hotel para dirigirse al aeropuerto, el tenista llevaba en brazos a su hijo, que jugaba con una raqueta de tamaño mini y con sus monerías se convirtió en el centro de atención de todos los presentes

Mery Perelló, como siempre, acompañó a su marido a Australia y, cuando abandonaban el hotel, también pudimos ver cómo se derretía con las monerías de su hijo. El pequeño llevaba una raqueta mini —seguro que es su juguete favorito— y, mientras su padre lo cargaba en brazos, él iba golpeando todo lo que veía, incluida la cabeza del tenista. Aún es pronto, obviamente, para asegurarlo, pero, quién sabe, tal vez en unos años tengamos otra leyenda de las pistas llamada también Rafa Nadal.

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