La Princesa de Gales ha compartido que la Princesa Charlotte estuvo “animando” a Carlos Alcaraz durante la final de Wimbledon. El rey, de 42 años, entregó el trofeo al tenista español, quien ganó el Grand Slam por segundo año consecutivo.
Kate Middleton asistió al último día del torneo junto a su hija Charlotte y su hermana, Pippa Middleton. Juntos, presenciaron cómo Alcaraz se enfrentaba al veterano Novak Djokovic, logrando la victoria en tres sets.
Tras el partido, Kate y Charlotte conversaron con Alcaraz y compartieron que habían estado siguiendo su actuación desde casa. La madre de tres hijos, que ha estado alejada de sus deberes reales públicos debido a un tratamiento contra el cáncer, comentó: “Esta es Charlotte, [ella estaba] animándote. Tenías todos los corazones cruzados”.
Este momento destaca la conexión entre la familia real y el mundo del deporte, así como el apoyo que brindan a los atletas.
Alcaraz, vestido íntegramente de blanco y con el trofeo en la mano, respondió: “Encantado de conocerte”.
Kate luego dijo: “Hemos visto mucho en la tele, así que es genial poder conocerte finalmente”, antes de repetirse mientras el atleta tenía dificultades para escucharla.
Una Charlotte deslumbrada parecía ligeramente tímida mientras estaba de pie junto a Kate y le sonrió a Alcaraz durante su conversación, mientras su tía Pippa estaba detrás de la pareja y sonreía ante la interacción.
Antes de entregarle el trofeo a Alcaraz, Kate se compadeció y estrechó la mano del subcampeón Novak Djokovic.
Vestida con un vestido a medida de Safiyaa valorado en 1.295 libras, la realeza fue recibida con una ovación de pie cuando se dirigía al palco real en Wimbledon más temprano ese mismo día.
Antes de que el dúo madre-hija tomara asiento en el Palco Real, se reunieron con estrellas del tenis femenino, incluida Emma Radacanu, de 21 años, quienes le obsequiaron a Kate un ramo de flores.
Charlotte sonrió de oreja a oreja cuando se reunió con la estrella del tenis, quien lamentablemente vio su sueño de Wimbledon aplastado en la Cancha Central por la jugadora clasificada de Nueva Zelanda Lulu Sun la semana pasada.
Kate y Charlotte también fueron recibidas por Sonay Kartal, Lily Miyazaki, Lucy Shuker y Flora Johnson cuando llegaron al césped de los jugadores en Wimbledon antes de ingresar a la cancha central.
Charlotte le hizo a Shuker, jugadora de tenis en silla de ruedas, una “promesa de meñique” de que probaría este deporte junto a su madre.
Kate Middleton también tuvo la oportunidad de conocer a Emma Raducanu, quien fue eliminada en la cuarta ronda del campeonato este año. La Princesa de Gales le comentó: “Fue muy difícil verte salir”. Raducanu, ganadora del US Open, expresó que era “increíble” contar con el apoyo de la princesa y “verla aquí tan saludable y feliz”.
La hija del Príncipe y la Princesa de Gales, luciendo un encantador vestido de lunares de Guess valorado en 70 libras, estaba encantada de conocer a la estrella del tenis y fue capturada sonriendo de oreja a oreja en su presencia.
Kate y Charlotte también se involucraron con el programa “Trabaja en Wimbledon”, que apoya a jóvenes de diversos orígenes que desempeñan funciones en los campeonatos.
Carlos Alcaraz, tras su victoria en Wimbledon, ya cuenta con cuatro trofeos de Grand Slam y un récord perfecto en finales importantes. Sus triunfos incluyen dos en Wimbledon, uno en el US Open 2022 y otro en Roland Garros el mes pasado. La derrota de Novak Djokovic en esta final le negó alcanzar su 25º título de Grand Slam, que lo habría colocado por encima de Margaret Court en la lista histórica y le habría permitido igualar a Roger Federer con ocho títulos individuales masculinos en Wimbledon.
El príncipe George, de diez años, no pudo unirse a su madre y hermana, lo que podría indicar que se unirá a su padre en la final de la Eurocopa en Berlín esa misma noche.
Durante su encuentro con los jugadores, Kate comentó que Charlotte, vestida con un vestido de lunares azul marino, había estado “practicando ayer” y que el tenis era “realmente genial para los jóvenes”. Este evento resalta el apoyo de la familia real al deporte y su compromiso con fomentar el interés entre las nuevas generaciones.