El asturiano hizo todo lo posible para lograr un punto en Las Vegas.

Al borde de la hazaña. Fernando Alonso casi logra llevar a su Aston Martin a los puntos en Las Vegas, algo que ahora mismo no es realista con la situación del AMR24. Se quedó a las puertas de esa décima posición y al final de la carrera demostró lo importante que hubiera sido para ellos y el hambre que sigue teniendo, aunque sea luchando por un punto.

La escudería con sede en Silverstone ya tiene los ojos puestos en 2025 y no esperan poder luchar por puntos este año. De hecho, tras la qualy del sábado, el propio Fernando avisaba de que el luchar por pasar a la Q2 era su realidad para las dos carreras que quedan. La F1 tampoco niega la realidad, y en sus simulaciones ponen al equipo británico como los peores a una vuelta y en ritmo de carrera.

Aún así, el asturiano no se quiso quedar de brazos cruzados, esta actitud no va con él. Cuando no hay ritmo hay que arriesgarse y probar cosas distintas. Es por eso que hicieron una estrategia que tenía mucho riesgo (salir con blandos), que combinada al talento del español le permitió luchar en posiciones poco realistas para la situación actual de su coche. Hasta el final de la carrera soñó con unos puntos, que para cualquier otro piloto con ese AMR24 estarían fuera de alcance, sólo hace falta ver la posición final de Lance Stroll.

Toda la carrera luchando. Y está como loco por correr en Qatar después de rozar los puntos. No trates de entenderlo, es único, es Fernando Alonso 🔥👏#CodigoF1 🏁 te trae todo lo que aún no has visto del GP de Las Vegas

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— DAZN España (@DAZN_ES) November 26, 2024

Una mente privilegiada

Salía desde la 16ª posición, con unos blandos en los que nadie pensó teniendo en cuenta todo el graining que había. En la vuelta 6 ya paró a por los duros y empezó su estrategia a pie cambiado, casi imposible de leer con una mente normal. Tenía aire limpio, porque iba al contrario de todo el mundo y su equipo ya le avisó que tenía que pensar a largo plazo.

En la vuelta 21, Alonso pedía un poco de información a su equipo para empezar a hacer sus cálculos, teniendo en cuenta que sus neumáticos empezarían a desfallecer mucho antes que los del resto: “¿Cómo nos está yendo? Necesito leer la carrera”, decía por radio. Su ingeniero le pedía que cuidara los neumáticos lo máximo posible, algo en lo que el ovetense es un maestro.

¿Cómo nos está yendo? Necesito leer la carrera” – Fernando Alonso

Vueltas más tarde paró en boxes y volvió a poner duros hasta el final. “¿Qué sucede por delante? Estamos cazando a un grupo”, exclamaba Fernando en la vuelta 34, en donde él tenía sus neumáticos en la mejor temperatura posible y sin mucho desgaste y empezaba su show de adelantamientos. A 14 vueltas para el final, el español tenía claro que su rival en esa carrera era Checo Pérez y pidió a su equipo que le dijeran vuelta a vuelta la situación del mexicano. “Estás en 10ª posición, Checo está 4 puestos por detrás”, le comentaban.

Tres vueltas después Checo ya estaba 11º y el de Aston Martin seguía leyendo su carrera mientras conducía pegado a los muros de Las Vegas. “¿Qué neumáticos lleva?”, preguntaba, a lo que le respondían que iba con duros 8 vueltas más jóvenes que los suyos, lo que ya anticipaba que iba a ser casi imposible retenerle.

Casi obra el milagro

Llegaban los 10 últimos giros, y Fernando ya veía que los puntos eran casi imposibles, porque Checo se acercaba con un Red Bull mucho más rápido que el Aston y con ventaja de estrategia. “¿Hay alguna posibilidad, compañero, de algún Safety Car o algo?”, pedía, preguntando a su ingeniero si veía alguna batalla por delante o detrás que pudiera provocar un Safety para que la carrera acabara bajo esas condiciones y así él poder mantener su posición. “¡Puedes hacerlo, compañero! Checo está a 5,5 segundos por detrás”, le animaban desde el muro.

¡Qué injusto…! ¿No hay ninguna investigación ni nada que nos pudiera hacer sumar puntos? – Fernando Alonso

Finalmente, no pudo obrar el milagro y completar la hazaña de llevar el coche más lento según las simulaciones de la F1 a los puntos y por radio se desesperaba: “¡Qué injusto…! ¿No hay ninguna investigación ni nada que nos pudiera hacer sumar puntos?”, preguntaba a la desesperada, y le contestaban que no lo parecía, por lo que sólo le tocaba aceptar esa 11ª posición y estar orgulloso de lo que había logrado, que no era poco.

“Si hubiera una carrera dentro de media hora, me subía otra vez y lo intentaba”, dijo Alonso a los medios tras la carrera. Eso demuestra que se lo pasó bien, que pudo adelantar con la estrategia distinta y que pudo soñar con unos puntos que hubieran sabido a victoria.