Shaq hace que los pilotos de Fórmula Uno se vean pequeños en el podio del Gran Premio de Texas.

No es ningún secreto que Shaquille O’Neal es un gigante y la figura de 2,15 metros de la leyenda de la NBA quedó resaltada espectacularmente durante el entorno desconocido del Gran Premio de los Estados Unidos el domingo.

Los fanáticos de la Fórmula Uno disfrutaron de una emocionante carrera el fin de semana cuando el líder del campeonato, Max Verstappen, se defendió de su rival por el título, Lewis Hamilton, para ampliar su ventaja en la cima en 12 puntos.

Y durante la presentación posterior a la carrera en Austin, Texas, fue O’Neal quien estuvo presente para entregar el trofeo ganador a Verstappen.

Shaquille O’Neal (centro) era más alto que Lewis Hamilton (izquierda), a pesar de que estaba parado en un escalón.

O’Neal mide 2,15 m y tenía una presencia imponente sobre el piloto de Mercedes, Hamilton, de 1,70 m.

La leyenda de la NBA O’Neal le entregó a Max Verstappen el trofeo de ganador en el Gran Premio de Estados Unidos.

Es costumbre que quienes entregan el trofeo al piloto ganador dejen luego el espacio para que disfruten el momento, pero O’Neal se quedó en segundo plano mientras Hamilton y Sergio Pérez, que quedó en tercer lugar, recogían sus trofeos.

Al hacerlo, O’Neal inadvertidamente trajo algo de humor al podio al pararse entre Verstappen y Hamilton con su cuerpo de 2,15 metros todavía elevándose sobre este último, a pesar de que el británico estaba parado en una plataforma elevada.

Hamilton mide 1,70 m, lo que significa que naturalmente es 38 cm más bajo que el cuatro veces campeón de la NBA. Sin embargo, ni siquiera subiéndose al segundo escalón, Hamilton pudo superar la altura de O’Neal en el Circuito de las Américas.

O’Neal hizo una gran entrada al paddock, llegando al pit lane en un auto descapotable para presentar el trofeo, y tuvo que agacharse para llegar al garaje y subir al podio; tal es su imponente presencia.

O’Neal hizo una gran entrada al paddock, llegando al pit-lane en un coche descapotable.

El cuatro veces campeón de la NBA posa para una foto con el jefe de Red Bull, Christian Horner (derecha)

A pesar de ese momento de alegría, Hamilton sabe que tiene una gran tarea por delante si quiere vencer a Verstappen y ganar un octavo título mundial de F1, un récord.

El siguiente evento será el Gran Premio de México, el 7 de noviembre, una cita tradicionalmente feliz para el equipo Red Bull de Verstappen.

Si logran una victoria esperada allí, entonces a Mercedes y a Hamilton sólo les quedarán las últimas cuatro carreras de la temporada para rectificar un déficit creciente.

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